ALBÓNDIGAS CON CEBOLLA CARAMELIZADA
En casa siempre les poníamos ajo y perejil a las albóndigas, pero hace poco a una de mis sobrinas le empezó a sentar mal el ajo y sustituimos el ajo y perejil por cebolla frita. Y así fue como descubrimos las albóndigas con cebolla caramelizada, os aseguro que están buenísimas.
Como muchas cosas en la cocina, un ingrediente que te has descuidado y sustituyes por otro, un «y si le pongo …», un «a fulanito no le gusta el …», te lleva a experimentar. A veces cosechas verdaderos fiascos, pero también grandes descubrimientos.
Por ejemplo, yo empecé a usar cúrcuma para los fideos a la cazuela porque ese día no tenía azafrán. Ahora la cúrcuma es una de mis especias de referencia.
Probé a hacer la tarta de yogur porque quería hacer una de queso y no tenía, así descubrí una tarta deliciosa.
Descubrí que las albóndigas están deliciosas con cebolla caramelizada en la masa porque a mi sobrina le sienta mal el ajo. Ahora las hago siempre con cebolla.
No te asuste experimentar en la cocina, si no queda bien, pues ya lo sabes, pero también puedes descubrir verdaderas delicias.
INGREDIENTES: para 4 personas
- 1/2 kg de carne picada de ternera
- 250 gr. de carne picada de cerdo
- 1 huevo
- 60 – 70 gr. miga de pan empapada con un chorrito de leche
- 1 cucharada colmada de cebolla caramelizada **
- sal
- pimienta negra molida
- harina para rebozar las albóndigas
- aceite de oliva para freir
** Yo suelo tener cebolla caramelizada preparada. Es un comodín. Hacerla es muy sencillo, simplemente corta la cebolla en juliana y ponla a pochar en un santén con un poco de aceite y un poco de sal. Deja que se hagan a fuego lento removiendo de vez en cuanto, paciencia porque tarda lo suyo, hasta que cojan el punto que a ti te guste.
Haz toda la que te quepa en la sartén y la que te sobre la congelas y la tienes para otra preparación
También la puedes comprar envasada. Por ejemplo en Mercadona venden y sale rica también.
ELABORACIÓN:
Pon en un bol la carne, el huevo, la miga de pan, la cebolla caramenlizada, sal y pimienta y mézclalo todo bien. Mezcla con las manos (bien limpias), como si amasaras, hasta que te quede todo bien integrado.
Forma las albóndigas, pásalas por harina y fríe en abundante aceite. El aceite ha de estar caliente pero no demasiado, han de quedar doraditas por fuera y hechas y jugosas por dentro.
Por ejemplo, mi vitrocerámica tiene potencia del 1 al 10. Yo las frío al 7 – 7,5.
Cuando estén doradas pásalas a un plato con papel absorbente para que escurran el exceso de aceite.
Así tal cual ya están buenísimas, las acompañas con una buena ensalada y tienes un plato de diario riquísimo.
También las puedes hacer con salsa. La salsa de tomate y la salsa española le van muy bien. Simplemente haces la salsa que te guste y las pones a hacer un último chup chup con la salsa para que integre el sabor.
Yo hoy las he servido con un poco de pisto que tenía preparado y estaban para chuparse los dedos
La cebolla caramelizada les da a estas albóndigas un puntito diferente. Espero que os gusten.