PECHUGA DE POLLO NAPOLITANA
Esta receta de pechuga de pollo napolitana, es mi versión casera de un plato que solíamos pedir mi marido y yo cuando eramos novios, hace unos cuantos, bastantes años ya.
Solíamos ir a un pequeño restaurante en Granollers (Barcelona), donde la comida era muy sencilla, pero bien presentada, y el ambiente tranquilo y romántico.
Después nos casamos, tuvimos hijos y resulta que es un plato que a los niños le encanta. Así que seguimos cocinando pechuga de pollo napolitana en casa.
Es un plato de diario, fácil, rápido de preparar y completo.
Una ensalada de primero o en el centro de la mesa, las pechugas de pollo napolitana y una buena fruta o un yogur de postre. Un menú ideal para el día a día, nutritivo y que gusta a niños y mayores.
INGREDIENTES (para 4 – 6 personas):
- 4 pechugas de pollo a filetes
- 16 cucharadas de tomate frito
- 16 lonchas de queso manchego tierno (u otro queso que funda bien que a ti te guste)
- Huevo y pan rallado para rebozar
- Aceite de oliva
- Sal
- Orégano
ELABORACIÓN:
Sala los filetes de pechuga, pásalos por huevo y pan rallado y fríelos en una sartén con aceite de oliva. Pon los filetes en un plato con papel absorbente para que escurran el exceso de aceite.
Coloca los filetes empanados en una fuente de horno, cubre cada filete con una cucharada de tomate frito (queda más sabroso si el tomate frito es casero, pero depende del tiempo que tengas). Pon encima una loncha de queso.
Espolvorea con orégano e introduce en el horno hasta que el queso quede fundido, pero sin gratinar.
Y ya lo tienes, fácil, rápido, barato y rico, ¿qué más se puede pedir?.
Acompaña este plato con ensalada o verduras. No lo acompañes con patatas fritas porque te pasarás de calorías y acabará siendo un menú pesado.
A los niños les encanta y con franqueza, a mí también 🙂